BUENOS RECUERDOS Y MÁS...

Vistas al amanecer en tierras burgalesas.
Entre los años 2004 y 2008, si no recuerdo mal), participé en todas las campañas de exploración que hizo mi club de espele de aquellos años en la zona de Picos de Europa. Me traen buenos recuerdos aquellos días de exploración.
Ahora, con la espeleología en un segundo plano, he decidido recordar aquellos momentos visitando in situ y de una forma diferente aquella zona. No he ido a explorar, he ido a caminar por un fantástico paisaje y, de paso, visitar nuestras "obras de ingeniería".

El viernes salíamos a media tarde desde Manresa y parábamos a dormir cerca de Burgos para, el sábado, reanudar el viaje hasta La Uña (León). Una vez preparada la mochila iniciábamos el camino en torno a las 13:30 horas, no teníamos prisa ni decidido el lugar donde dormiríamos, así que comenzamos a caminar en permanente pero suave ascensión, disfrutando del entorno y cruzándonos con grupos de vacas de vez en cuando.
Toda la ascensión es por una pista transitable en vehículo todo terreno, pero a partir de un punto está cortada con una cadena (que en esta ocasión estaba abierta). Cuando acaba la pista se inicia el descenso a través de unas amplias pendientes herbosas hasta la zona de La Vegadona, que es donde instalábamos el campamento cuando explorábamos.
La Uña queda atrás.

Nuestro futuro inmediato.



La Uña cada vez más lejos.

Mirando atrás intuimos una pequeña cabaña en la que podríamos dormir en caso de emergencia. La puerta está rota y el interior está descuidado, más abajo (en mitad de la foto) un cubierto para el ganado.
Aquí dedicamos un rato a visitar algunos de los agujeros que hicimos en el pasado y, como era temprano, optamos por continuar caminando hasta la Ermita de Arcenorio.
En lugar de bajar por la Canal de Focicu, que es el itinerario más lógico, nos desviamos por la izquierda para poder ver el estado actual de La Muralla China, la gran obra de ingeniería  de los primeros años de este siglo, y más tarde enlazamos a media canal para acabar el descenso.


Una de las numerosas catas que hicimos en la zona.


La Muralla China

La Muralla China y uno que trabajó como un chino.

La Muralla China on the rocks.
Bajando hacia la ermita de Arcenorio.

La cabra tira al monte... con lo bien que se camina por la hierba.
Cuando llegamos a la ermita de Arcenorio con la intención de plantar la tienda, un lugareño (hay unas cuantas cabañas de pastor de uso esporádico en la zona) nos informó que en un anexo a la ermita hay un refugio. Se trata de una estancia pequeña que alberga cuatro camas, en dos literas, y una mesa con tres o cuatro sillas. También dispone de un espacio para hacer fuego pero, al no haber chimenea, no es aconsejable utilizarla.
A pocos metros de la ermita hay una fuente con dos caños cuya agua procede de dos lugares diferentes, un pastor nos aconsejo coger agua del caño izquierdo.

Uno de los pastores, con el que conversamos un buen rato, conocía los campamentos que habíamos montado en el pasado y nos dijo que algún agujero de los que hicimos lo habían usado para tirar vacas muertas.

Cuando ya pensábamos que pasaríamos la noche nosotros dos solos, llegaron Isabel, que vive en San Juan de Beleño y Nicholas, un norteamericano de Virginia a punto de regresar a su país tras un año de estudio en Sevilla. Iban acompañados de Zor, un perro tan espabilado como todos que, a media noche, se metió en mi cama y poco a poco me fue echando del saco de dormir, al amanecer había ocupado casi la mitad de mi saco y yo tenía medio cuerpo fuera...

Fue una compañía agradable con la que hablamos largo rato, tanto por la noche con por la mañana e intercambiamos algunos chistes en español e inglés.

Nos acercamos a Arcenorio.

La ermita y parte de las mini casas de la zona.


El refugio.

Tras un buen dormir, un alegre despertar.
El domingo por la mañana reanudamos la marcha de nuestra excursión circular para rodear el Pico Ten y regresar al coche. Al poco de empezar a caminar comienza la subida hasta llegar al punto más alto de todo el recorrido, al ser un espacio sin vegetación se puede elegir con facilidad por donde afrontar cada tramo. Aunque nosotros llevábamos un track, modificamos la ascensión a nuestro antojo, haciéndola más directa y, especialmente, la bajada que, primero campo a través y después transitando por el lateral o el interior del Arroyo de la Majada Castellana (donde coincidimos con una pareja de escoceses que iban en sentido opuesto al nuestro). Este es el único tramo algo delicado por tratarse de un cauce y tener, en algunos momentos, que caminar por encima de rocas erosionadas por el agua.

Arcenorio ya queda a nuestras espaldas.

"Casas" de nueva construcción.


Mirando hacia atrás.

A punto de acabar la subida.

El paisaje cambia completamente al iniciar el descenso hacia el siguiente valle.

El arroyo nos acompaña en parte de la bajada.
Casi al final de la bajada paramos a comer rodeados de bastantes caballos que pastaban, después seguimos el descenso para llegar, al cabo de unos minutos, a una pista que nos llevaría hasta la carretera por donde transcurre el último tramo hasta La Uña.

¡¡¡Impresionante!!! (El árbol también). ;-)

A punto de acabar la excursión...
Creo que es una excursión que merece la pena. Se puede hacer tranquilamente en una sola jornada, aunque nosotros preferimos hacerla en dos para saborear más el paisaje, eso si, a costa de llevar una mochila mucho más pesada.

El resumen del GPS marca: primera etapa: 10,3 km. Segunda etapa: 10,4 km. Tiempo en movimiento 6 horas 25 minutos.


La segunda parte del viaje, ya más turístico nos llevo a Llanes, San Vicente de la Barquera, Comillas, Santillana del Mar, Santander y San Sebastián.

Llanes. Los Cubos de... umm.. de la Memoria.

Llanes

Llanes.
San Vicente de la Barquera.

San Vicente de la Barquera.

Comillas. El Capricho de Gaudí.

Comillas. El Capricho de Gaudí.

Comillas. El Capricho de Gaudí. Hicimos una visita guiada y quedé alucinado de algunas soluciones constructivas que empleó Gaudí en el edificio.
Santillana del Mar
Santillana del Mar de cerca. ;-)
Santander

Santander.

San Sebastián. La Concha.

San Sebastián. La Concha.
Espero que hayas disfrutado del viaje.

1 comentario:

Josep Herrerías dijo...

Bona excursió, Joan. Paisatges molt agradables.