GEXXI - 5 PARA 4

La espeleología es como todo, va por épocas, al menos para mí. Después de muchos años practicándola con bastante intensidad en unos periodos y con muchísima intensidad en otros, llega el momento en que las circunstancias te llevan hacia otros caminos.
La aparición de nuevos intereses o la potenciación de los ya existentes, entornos más agradables en otros ámbitos, la saturación, etc. te guían por caminos diferentes sin necesidad de planteártelos.

En los últimos meses me he decantado hacia otro tipo de actividades, pasando la espele de ser prioritaria en mi tiempo libre a ser una actividad complementaria. Por ello no he propuesto nuevas actividades en el GEXXI (mi único "club" en este momento) ni me he apuntado a las existentes.

No obstante, la espeleo sigue acercándonos a un mundo apasionante que, en la medida que encuentre las circunstancias adecuadas, me llevará, quizá, a practicarla de nuevo con más frecuencia. Es apasionante sacar piedras con la esperanza de que aparezca una nueva cavidad, un nuevo pozo o una nueva galería. Es interesante pasar horas bajo tierra entrando por un agujero y saliendo por otro. En definitiva, el subsuelo es un entorno encantador para compartirlo con las personas adecuadas.

El problema es que las simas y cuevas cambian muy lentamente y siempre encuentras la entrada en el mismo sitio y, los pozos, salas y galerías son los mismos o muy similares a lo largo de nuestra vida espeleológica, por muchos años que pasen entre la primera visita y la última. Por desgracia, las PERSONAS cambian demasiado deprisa y, donde parecía haber una PERSONA, al cabo de un tiempo, solo encuentras la carcasa exterior de esa persona, el CUERPO, pero la persona es diferente y lo que es peor, el cambio interior es tal que ya no apetece compartir tu tiempo con ese INDIVIDUO/A.

Pero bueno, vayamos al grano. En esta ocasión un compañero del GEXXI propuso una matinal en el Garraf, zona catalana de referencia en el mundo de la espeleología, con muchas cavidades pero pequeñas, siempre en términos relativos. Si para un espeleólogo, 50 metros de profundidad son una minucia, para el vecino del cuarto puede ser un abismo.

En una mañana de sábado de agosto, bastante calurosa pero con una brisa marina que amortiguaba el rigor del sol, nos hemos encontrado cinco compañeros para descender a algunas pequeñas cavidades elegidas sobre la marcha. La idea era visitar simas de "coleccionista", es decir, cavidades que por sus características de tamaño o estructura no merecen, habitualmente, una visita por si mismas.

En total hemos visitado cuatro simas con un rango de profundidad aproximada entre 15 y 40 metros y sin apenas recorrido (tramo más o menos horizontal por el que se puede caminar). Ha sido una forma de reencontrarse con viejos compañeros de afición, desempolvar el material de espele, hacer algo de deporte y estar en la naturaleza. Si a eso le sumamos una tarde de playa y una noche de... pues tenemos un día redondo.

Las cavidades visitadas han sido: Avenc del Querol (o del Carol), Avenc de La Fragata, Avenc del Cuc y Avenc Lluís Solà.

Este artículo contiene poco material fotográfico de calidad ya que las cavidades no se prestaban a muchas fotografías por su poca formación (estalactitas, estalagmitas, etc.) y por el concepto de visita rápida.

¡¡¡¡¡Nos vemos en el subsuelo!!!!!


AVENC DEL QUEROL






 AVENC DE LA FRAGATA









AVENC DEL CUC









AVENC LLUÍS SOLÀ







PAISAJE DEL GARRAF





 


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