CAMINANDO Y RECORDANDO


Fin de semana, media tarde del viernes. ¿Qué hacemos?, ¿Playa o montaña?... tic tac, tic tac. Una decisión rápida: montaña. ¿Dónde?. Me apetece volver a un lugar que me trae buenos recuerdos. Así que rápidamente preparamos el material para caminar por la montaña, para dormir en la naturaleza y para poder comer mientras estemos alejados de la civilización.

El destino elegido es el Vall d'Aràn y concretamente una excursión encontrada en Wikiloc, haciendo las oportunas modificaciones para llegar al Estanhot d'Esconhau.

Sobre las 12 y media de la noche llegamos a nuestro destino, la Pleta dera Lana, una cabaña situada justo donde se acaba la pista que nos aproxima al lago. Aparcamos y vemos varios coches y algunas tiendas de campaña. Miramos el interior de la cabaña y vemos que todo esta lleno de material diverso y disperso (comida, mochilas, bolsas, etc.) pero la gente estaba en las tiendas.
Había aún varias personas despiertas y se acercaron a saludarnos sorprendidos de que alguien apareciese por allí tan tarde. Nos ofrecen despejar el espacio para que podamos dormir en el interior de la cabaña, cosa que declinamos, y también ponen a nuestra disposición la comida que tenían. Después de cenar nos quedamos a dormir en el coche (se duerme muy bien), además ya era una alternativa prevista.

Por la mañana desayunamos en compañía de nuestros vecinos. Por cierto, muy buena la empanadilla y la coca. ¡Gracias!.

Sobre las 10:30 de la mañana iniciamos la excursión dirigiéndonos hacia el Estanhot d'Esconhau.
Pleta dera Lana y "coche cama".

Empezamos la ascensión hacia el lago.

Una pausa en el camino.

Seguimos subiendo.

Mirar hacia los lados también vale la pena.

El coche ya queda muy lejos.

La explanada previa al lago.

Estanhot d'Escunhau.



A medida que nos aproximábamos recordaba las interesantes experiencias vividas años atrás en aquella zona mientras explorábamos la sima de la Bargadera. Una vez en el lago comenzamos a bordearlo, al llegar al extremos opuesto y, sin poderlo evitar, ascendemos un tramo de tartera hacia la zona donde se inicia la cuerda que nos lleva hasta la entrada del Avenc (sima) de la Bargadera. A primera vista, la cuerda continua en buen estado, al menos no se ven roturas y los anclajes de los fraccionamientos parecen haber resistido unos cuantos inviernos con su nevadas y caídas de piedras. Tras un rato recordando tiempos pasados: varios años explorando la sima y consiguiendo dos récords consecutivos de desnivel en Catalunya (-400 metros en 2005 y 574 metros en 2006) volvemos a bajar hasta el lago y acabamos de bordearlo, iniciando el camino de descenso hasta la cabaña y continuando la larga excursión que tenemos por delante.

El camino al Avenc La Bargadera





Dejamos a nuestra izquierda el riachuelo y la pista principal y descendemos primero suavemente por una pista en mal estado y después con bastante inclinación siguiendo un sendero que se pierde frecuentemente hasta llegar a Garós, donde nos detenemos para beber y comer algo.
De momento, hemos subido desde los 1800 metros aproximadamente de la cabaña, hasta los 2000 metros del lago y vuelto a descender hasta los 1100 metros de Garòs. Desde aquí caminamos con poco desnivel siguiendo, por la derecha del Río Garona, el Camin Reiau (Camino Real). Nos encontramos Casarilh, Esconhau, Betren y Vielha. En este último pueblo bebemos unos refrescos en un bar, cargamos algunas provisiones para la cena y continuamos nuestra excursión. Ahora estamos a unos 1000 metros de altura y tenemos que volver a ascender hasta los 1800 metros. En cuanto al recorrido, aún nos falta una distancia similar a la recorrida hasta el momento. El calor que nos ha acompañado durante todo el día seguirá con nosotros durante el resto del trayecto.





Garòs

Necrópolis Alto Medieval del Taro.



Vielha



Seguimos el track del GPS sin problemas hasta que en un determinado momento se introduce en el bosque, lo intentamos seguir pero parece que el autor hizo un bosque a través, no encontramos ningún camino mínimamente definido y si un bosque bastante tupido, así que optamos por volver a la pista y seguir por ella. Esto nos supondrá hacer cinco o seis kilómetros más de lo previsto, pero la idea es disfrutar del paisaje, de la compañía y mantener la forma física.
Sobre las 20:30 llegamos a la cabaña. Nos da tiempo para tomar un pequeño baño refrescante y purificador en una fuente cercana y pasar las cosas del coche a la cabaña antes de que anochezca. Esta noche dormiremos en su interior.

Después de la cena, el entorno solitario, el sonido del agua del riachuelo, los cencerros de las vacas y el cielo despejado invitan a contemplar un rato las estrellas.

El domingo toca un día tranquilo: turismo por los pueblos de la zona, un bañito en aguas termales, más turismo y de vuelta a casita.

La primera imagen de la mañana.

Arties

Arties

Un largo baño en estas aguas termales... ;-)


Ahora toca esperar el siguiente fin de semana y, mientras tanto, hay cinco días para disfrutar...

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