BTT - CAMÍ DE SANT JAUME

Como el techo de mi piso tiene peligro de hundirse, estar tres días seguidos en casa durante el fin de semana es peligroso, así que había que ir a algún sitio. Con mi amigo Jordi Riera planteamos, inicialmente, un itinerario de tres días en BTT pero las combinaciones de vehículos y transporte público nos hizo descartar esa alternativa. Finamente decidimos seguir algunas etapas del Camí de Sant Jame, también conocido como Camino de Santiago Catalán.
Una vez estructurado el viaje se lo planteamos a varios posibles interesados de nuestro entorno y decidieron sumarse a la propuesta Marta, Josep Maria y Jordi, con lo que se completaba el quinteto que hemos hecho el recorrido.
A diferencia de los tres caminos de Santiago realizados con anterioridad, en esta ocasión no comenzábamos al principio del mismo (La Jonquera o bien del Port de la Selva - Sant Pere de Rodes) ya que no tendríamos tiempo de llegar hasta Manresa, lugar de paso del camino y lugar de residencia de los cinco participantes y porque las posibilidades de transporte público hasta esos lugares de inicio eran más limitadas. Por eso decidimos que el lugar de partida sería en Figueres, a unos 30 Km. de los "inicios oficiales".
Otra diferencia es que solo disponíamos de tres días en lugar de la semana o algo más que hemos dedicado anteriormente a cada tramo del Camino y, por otra parte, tampoco hemos usado la credencial de peregrino, ni la posible infraestructura de albergues existente, en su lugar hemos optado por dos hoteles de tres estrellas (Figueres y Vic) y un hostal (Amer).

El jueves día 5-01-2012 nos encontrábamos los cinco en la estación de autobuses de Manresa e iniciábamos el recorrido hasta Girona, donde 15 minutos más tarde cogíamos otro autobús hasta Figueres.
Estación de autobuses de Girona.

Estación de autobuses de Figueres.
Ya en la bicicleta recorríamos el trayecto hasta el hotel con la compañía de algunas gotas de lluvia (las únicas en todos los días). Después de cenar en un restaurante cercano ya solo faltaba ir a dormir para dar por finalizado el primer día donde todo había salido según lo programado.

El viernes día 6 salíamos del hotel y, tras un suculento y energizante desayuno, iniciábamos los 80 Km que nos separaban de Amer. Durante los primeros kilómetros encontramos un fuerte viento que, en algunos momentos, dificultaban el avance y mantenerse sobre la bicicleta. Después de parar a hacer el aperitivo encontramos una bicicleta pinchada en lo que sería la única incidencia mecánica de todo el fin de semana.


Sin más dificultades llegamos a Girona donde comimos en un céntrico restaurante y después hicimos una pequeña visita a la ciudad, ya que no disponíamos de muchas horas de luz y no era conveniente llegar más tarde de las seis de la tarde a los destinos. Girona, ciudad que he visitado en varias ocasiones, es perfecta para disfrutar con tranquilidad de sus calles y edificios. 
Entrando a Girona.

La Catedral de Girona.


Imagen típica de Girona.

Imagen típica de Girona.

Una vez en Amer llegamos al hostal y tras una ducha reparadora fuimos a dar una pequeña vuelta por el pueblo, tomar unos tés bien calentitos y jugar unas partidas al futbolín en espera de la hora de cenar.

Amer decorada de Navidad.


Sábado día 7. Nos esperaban unos 65 Km. hasta Vic, con un largo tramo en subida por el Camí Ral de Vic a Olot. Esta parte del recorrido, desde mi punto de vista, ha sido la más dura ya que la fuerte pendiente y la dificultad de mantener el equilibrio y la tracción en el camino empedrado nos obligaron en muchos momentos a caminar al lado de la bicicleta. Pero, junto a ser un tramo duro, ha sido el tramos más bonito por el entrono físico, paisajístico e histórico del lugar.

Un tramo de Vía Verde.



Ya falta poco para empezar a subir.








Dolmen de Puig Sespedres.

En esta ocasión, como íbamos muy justos de tiempo, paramos a comer tan solo unos bocadillos, aún así llegamos a Vic ya entrada la noche y teniendo que usar las linternas para ver y ser vistos.




Ya estamos en Vic.
Cuando llegamos a la pensión que habíamos encargado unos minutos antes nos encontramos con un hombre fumando tranquilamente en la barra (se veía desde la calle) y otro tras una cortina (la ley antitabaco no va con ellos), una revisión de las habitaciones nos aconsejo pagar algo más e ir a dormir a un hotel ya que la oferta de habitaciones es escasa.
La recepcionista del hotel nos aconsejó un lugar para cenar que cubrió todas nuestras expectativas, después una vuelta por la ciudad y a dormir.

Domingo día 8. Tercera y última etapa de 66 Km entre Vic y Manresa. Tras un suculento desayuno en las proximidades del hotel iniciábamos la marcha en medio de unos campos helados y un ambiente bastante frio.
Vic por la mañana.

Todo está helado.



Hoy nos tocaba un recorrido con algunas ascensiones que te hacían notar los esfuerzos acumulados y con algunos tramos embarrados. Tras una primera parada para hacer unos bocadillos (una mezcla de segundo desayuno y aperitivo) seguíamos nuestro camino hasta Navarcles donde degustábamos una paella voluminosa y buena. Ya solo faltaban unos pocos kilómetros para llegar a casa. A las afueras de Manresa el primero de los Jordi  se separaba de nosotros, algo más tarde se desviaban Marta y Josep Maria y ya cerca de mi casa el que se separaba era yo y el segundo de los Jordi continuaba los siete u ocho kilómetros que le faltaban hasta su casa en Rajadell.
Empiezan las despedidas.

Al fondo ya aparece Montserrat.

Montserrat a 19 Km. Quedan para otro día.


La Seu al fondo. De vuelta a casa.
Consejos sobre el recorrido. Como ya hice referencia en algunos de mis artículos de los otros Caminos (ver etiqueta en el lateral de este blog: Camino de Santiago) llevar un track en el GPS facilita la travesía de ciudades, anticipa los giros bruscos y es una referencia en caso de falta de señalización o dudas. Aún así no son la panacea, nosotros contábamos con cuatro tracks diferentes y en ocasiones ninguno era fiel al recorrido marcado con pintura y carteles oficiales. Esto es por que hay caminos que han cambiado provisionalmente por obras, porque hay nuevos tramos abiertos o bien porque el que ha hecho el recorrido prefiere seguir el asfalto siempre que puede o tomar atajos. Todo esto sin contar que el algunos lugares hay caminos oficiales alternativos. Nuestra filosofía es seguir la señalización oficial y usar los tracks como referencia adicional. Llevar una guía del camino o, al menos, un listado de puntos por los que se debe pasar puede ayudar a solucionar dudas.
El Camí de Sant Jaume, en general, lo hemos encontrado bien señalizado, pero en algunos lugares necesarios no había marcas o no las hemos visto.

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