Acompañado por mi amigo Jordi Riera, un incansable buscador de excursiones a pie y en bicicleta, he transitado por la denominada Ruta del Ter que comienza en el nacimiento del Río Ter (el itinerario en bicicleta comienza en la estación de esquí de Vallter 2000) y transcurre junto al mismo, atravesándolo 22 veces, hasta llegar al mar en la denominada Gola del Ter. Un viaje que, en dos días nos lleva desde las montañas del Pirineo hasta el Mar Mediterráneo, después de haber atravesado cinco comarcas, pasar por 39 términos municipales y descender desde 2.150 metros sobre el nivel del mar hasta el mismo mar.
La página de la ruta aconseja hacer una parte del itinerario en tren, para evitar transitar por una carretera en obras y con mucha circulación, pero nosotros optamos por hacer todo el recorrido en bicicleta, esto suponía hacer un total de 200 Km. En realidad finalmente hemos acumulado la cifra capicua de 232 Km., 137 Km . el primer día (mi récord de quilometraje en una sola etapa) y 95 Km. el segundo y último día.
El sábado por la mañana, a las 7:00 horas, pasaba a recoger a Jordi y, tras una parada para desayunar, llegábamos a la estación de esquí. Una vez preparadas las bicicletas y nosotros, nos poníamos en marcha a las 9:30 horas. Los primeros kilómetros son una larga y pronunciada bajada durante la que, por la velocidad y la baja temperatura ambiental, la sensación de frío era elevada.
Sábado. A punto de comenzar.
El paisaje que nos acompañaba hacía muy agradable el pedaleo. Cuando paramos a comer llevábamos unos 80 Km. y entonces nos planteamos hasta donde seriamos capaces de llegar. Nuestra principal duda era sobre nuestra capacidad de hacer más o menos kilómetros y por tanto no teníamos reservado ningún lugar para dormir. Finalmente decidimos llegar hasta Susqueda. Llamamos por teléfono y reservamos la última habitación disponible en el hostal.
NOTAS FINALES: La ruta está bien señalizada en algunos tramos y de manera deficiente en otros, por lo que es aconsejable disponer del track en el GPS o bien la guía del trayecto en papel. Hay diversos tramos en obras por lo que estamos obligados a circular por carreteras con cierta densidad de coches pero, en principio, no debe ser mayor problema.
Seguimos pedaleando a buen ritmo, disfrutando del paisaje que se divisaba desde nuestra montura. Al cabo de unos kilómetros, en uno de los múltiples carteles con el mapa de la ruta, pudimos descubrir que para llegar al lugar elegido para dormir, teníamos que desviarnos unos cinco kilómetros y además salvado unos 400 o 500 metros de desnivel. A partir de este punto dudamos en varias ocasiones sobre si la elección era buena o sería mejor continuar 10 o 15 kilómetros para llegar al siguiente lugar donde, quizá, podríamos dormir.
Llegamos al pantano de Sau e inmediatamente al inacabable pantano de Susqueda. Siguiendo el paisaje húmedo la noche se acercaba lentamente. Cuando ya desaparecía la luz diurna llegamos al inicio de la carretera que sube hasta el Hostal del Coll, situado junto a la ermita del mismo nombre. Nos encontrábamos bien físicamente y sin acusar, a priori, el desgaste de los kilómetros acumulados en nuestras piernas. Encendimos las luces de nuestras bicicletas e iniciamos la subida. Cuando faltaban dos o tres kilómetros para llegar al final de nuestra etapa, de golpe, me quede casi sin fuerzas, supongo que es la conocida “pajara”. El tramo final lo tuve que hacer bajado de la bicicleta y, aun así, con ciertas dificultades. Llegamos al hostal a las 8:30 de la noche. Una vez en el bar, una bebida de naranja y diez minutos de descanso y ya estaba recuperado. Lo que en principio podría ser una experiencia negativa la considero totalmente positiva, ya que he adquirido unos conocimientos que me pueden ser útiles para el futuro.
Una ducha, una buena cena y unas cuantas horas de dormir, nos dejaron como nuevos para afrontar la segunda parte de nuestro trayecto.
Por la mañana, tras un opíparo desayuno, iniciamos la ruta a la misma hora del día anterior, las 9:30 de la mañana. Los primeros kilómetros eran cercanos al río, con un paisaje muy diferente al del día anterior. Posteriormente enlazamos con una vía verde, sobre la que seguimos algo más de 20 Km.
Ya teníamos claro que conseguiríamos acabar sin problemas. A las 16:00 llegábamos a la Gola del Ter, donde Marta Reyes nos esperaba con el coche (gracias Marta). Subimos las bicis al coche e hicimos una parada para comer. Después nos faltaba volver de nuevo hasta Vallter 2000 para recoger mi coche y dirigirnos de nuevo a Manresa, final de trayecto… por este fin de semana.
Objetivo cumplido.
Domingo. La Gola del Ter. Final de trayecto.
Marta Reyes, transportista oficial.
Salió de casa sola y volvió con dos hombres, eso sí
los tuvo que ir a buscar lejos.
5 comentarios:
Una ruta molt interessant! Quants km en carretera són aprox.?
Interesante relato , y cuidadin con las ajaras que son muy malassssss .
Nota mental: llevar siempre una fanta de naranja encima por si aparece la pájara.
Que curioso, hemos tenido un fin de semana fantástico, con un poco de lluvia cuando ya estábamos en el coche y ahora, mientras cenaba, en las noticias muestran imágenes de Vallter 2000 completamente nevado.
No hay nada como ser afortunado...
Por que no aprovechaste la llegada de la pajara para beneficiartela, mira que oportunidades así pocas.......
Por que tenía el "pajaro" moribundo!!!
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