PERDIDOS POR EL MONTE PERDIDO

Hace algunas semanas, hablando sobre las vacaciones, Eva me propuso ir unos días a la montaña, ella se ocuparía de organizar todo y también vendría Elisabeth. Para mi perfecto, la buena compañía estaba asegurada y los buenos planes también. Solo sabíamos que iríamos a la montaña, pero no a que lugar, bueno, en realidad solo lo sabía Eva.
El martes pasé a recoger a Eva por su casa y después a Elisabeth. ¿Donde vamos?, pregunté. La respuesta fue que el hotel lo teníamos reservado en Bielsa.
A mediodía paramos a comer en Ainsa (merece la pena la visita) y proseguimos hasta Bielsa. Por la tarde la idea era visitar la Cueva 5 de Agosto pero, como íbamos en plan turista y con poca previsión, nos costó encontrar la entrada (y eso que es fácil si tienes una mínima descripción del lugar). Como llovía y comenzaba a oscurecer decidimos dejar la visita para otra ocasión.
Nos acercamos a cenar al famoso pueblo de Plan (el de las caravanas de mujeres) y aunque me acompañaban dos, no me hicieron ninguna oferta por ellas...
El miércoles dedicamos todo el día a ascender hasta el Balcón de Pineta y continuar hasta el lago helado del Marboré. El paisaje fantástico y con pocas personas haciendo la ruta. A pesar del desnivel y el tiempo necesario para la ascensión y el descenso Elisabeth, en su primera experiencia en montaña, no tuvo ningún problema (bueno, alguna que otra caída) para completar el recorrido.

El jueves fue el día más variado. Cuando nos acercábamos a nuestro objetivo en la montaña, la estrecha pista estaba ocupada por un grupo numeroso de vacas al que guiaba dos pastores. Durante largos minutos seguimos la comitiva distrayendo nuestra mirada en el fantástico paisaje que nos rodeaba (¡¡y en el precipicio  que había a nuestra derecha!!).
Cuando llegaron a su destino de pastura pudimos continuar hasta llegar a las minas abandonadas de Parzán donde, inevitablemente, nos metimos y reseguimos sus galerías hasta el final. Después de salir de las minas junto a la pista encontramos una cueva. De nuevo cogimos nuestros frontales y procedimos a hacer una breve visita a la misma. Aún nos quedó tiempo para ir hasta el Ibón de Plan, lugar donde está grabado el vídeo del final de este artículo. Para cenar nos trasladamos hasta el pueblo francés de Saint-Lary.
El viernes hicimos una ascensión hasta el Pico Sobrestiva, subiendo montaña a través y bajando por el lado contrario hasta encontrar el GR-11. Las vistas desde su cima son impresionantes, por lo que dedicamos un largo rato a comer, contemplar el paisaje y estirarnos a descansar. Por la tarde alguna visita rápida y vuelta a casa.
En definitiva, otros cuatro días de vacaciones en buena compañía y en buenos lugares.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Joan, una bona sortida de muntanya. Veig que vas molt be acompanyat, però està clar que triunfes mes amb les cabres, de bon rotllo,jeje.