Este fin de semana, era uno de esos pocos en los que en el GEXXI no tenemos programada ninguna actividad espeleológica. El jueves, nuestro compañero Jordi de Cabo propuso, en nuestro muro del Facebook, algo así como "Alguien se anima a hacer una garrafada o algo similar el sábado". En un principio me apunte yo y todo aparentaba que la premura de la organización nos llevase a una actividad casi íntima, pero el viernes se sucedieron los mensajes de otros compañeros que también se animaban a participar en la actividad. Finalmente, un total de ocho compañeros nos reuníamos en un bar de Vallirana para llevar a cabo la garrafada, o garrafadas, como veremos más adelante.
Un extenso desayuno nos permitió ponernos al día de nuestras actividades y circunstancias personales. Después, siguiendo las tortuosos calles de las urbanizaciones, nos dirigimos con nuestros vehículos a la zona de la cavidad.
En unos minutos nos dirigimos hacia nuestro objetivo, el Avenc Pompeu Fabra. Descendemos sin mayores problemas hasta que pasados los primeros pasos estrechos y bajado el siguiente pozo, los compañeros que van delante, y que llevan un aparato medidor de gases, nos avisan de que no continuemos bajando ya que el aparato ha comenzado a pitar señalando de la mala calidad del aire.
Como lo primero es la seguridad y la cavidad no se moverá de sitio nos dirigimos al exterior, hemos hecho poca actividad espeleológica pero no pasa nada.
Una vez fuera seguimos teniendo ganas de algo más y decidimos ir al cercano Avenc Abat Escarrè, situado a unos cien metros del primero. El descenso no presenta mayores dificultades, excepto la instalación un tanto precaria por falta de cabeceras de pozo con doble anclaje. Al salir, el compañero que desinstala paga la falta de experiencia y tiene que hacer un par de pozos por duplicado, primero por haberse dejado el petate en el último pozo y después por no recoger la cuerda a medida que desinstalaba y quedarse ésta enganchada al tirar de ella desde la boca. No hay problema, esta fuerte y tiene ganas de hacer metros.
Destacar que aquí no detectamos problemas de hipóxia, a pesar de la cercanía de las dos simas.
Ya estamos de nuevo en los coches, y aunque el cielo continua bastante tapado, no ha caído ni una gota de lluvia. Nos cambiamos y ¿Que falta?, no, no nos hemos olvidado de nada en las simas, lo que falta es ir de nuevo al bar para comer y beber algo y comentar la jugada.
En fin, una matinal light (matinal entre comillas, porque volvimos a casa bastante tarde) que nos ha permitido hacer algo de espele, aprender nuevas cosas y estar con los compañeros del GEXXI. A destacar, desde mi punto de vista, el reencuentro con dos compañeros que por circunstancias personales hacía tiempo que no compartían actividad con el resto del grupo.
Esperemos que la cercana cantera no progrese en dirección a las simas y puedan ser disfrutadas por las siguientes generaciones de espeleólogos.
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