VÍA DE LA PLATA




La "Vía de la Plata" es el nombre de una antigua calzada romana que a lo largo de 463 km. enlazaba Mérida con Astorga. Comenzó a construirse a mediados del siglo II a.C. y las obras continuaron en el siglo I a.C. A finales de este siglo el emperador Octavio Augusto le da el principal impulso, ordenando la construcción de nuevos tramos. Las obras de consolidación continuaron en siglos posteriores y se prolongaba hasta Santiponce, Sevilla y Cádiz.
La actual ruta de peregrinación jacobea vinculada a la antigua calzada romana, y que los peregrinos de hoy llamamos Vía de la Plata o Camino Mozárabe, es un conjunto de ramales que comparten un tronco central común: el tramo que va de Mérida a Granja de Moreruela, a unos 40 km al norte de Zamora capital.

Podéis encontrar mucha información en: http://www.godesalco.com/camino/plata

La idea de hacer la Vía de la Plata en bicicleta de montaña nace de mi amigo Jordi Riera. En poco tiempo el grupo queda configurado en cuatro personas: Jordi, Miquel, Lidia y yo mismo. Desde el primer momento decidimos salir desde Sevilla y acabar en Salamanca, unos 510 Km. El motivo es, por una parte por disponibilidad de tiempo y por otra por la falta de experiencia en largos trayectos. En mi caso tan solo había hecho 400 Km. en los últimos 12 meses y 200 Km. más en el mes previo a la partida. Poco bagaje, a priori, para un objetivo tan grande.

Las bicicletas las enviamos a Sevilla por mensajero hasta la pensión donde pasaríamos la noche. Nosotros viajamos en avión desde Barcelona. El sábado 29-08-2009 nos poníamos en marcha y a lo largo de siete etapas avanzábamos hacia nuestro objetivo. Lo que en principio era solo una excursión en bicicleta se convirtió al poco tiempo en algo más, el primer saludo “buen camino” nos hizo sentir algo especial y en varias ocasiones tuvimos la tentación de continuar hasta Santiago, cosa que finalmente no hicimos por diversos motivos.
En las tres etapas hasta Mérida nos acompañaron unas altas temperaturas, hasta el punto de que, a media noche, una ambulancia se llevo hasta el hospital a uno de nuestros compañeros que se encontraba bastante mal. El diagnostico fue corte de digestión acompañado de golpe de calor. En este punto abandonaron Miquel y Lidia, que también venía muy tocada por culpa del calor. Como que las noticias que nos llegaban del hospital era que la situación estaba controlada, Jordi y yo decidimos continuar.
Peregrinos caminando encontramos muy pocos, quizá en todos los días nos cruzamos con diez personas. En bicicleta tampoco vimos mucha gente. Era curioso pero en una ciudad estuvimos nosotros solo en un albergue y en otras podía haber hasta 20 personas. Esta segunda situación se daba básicamente en lugares que la gente usaba para iniciar su camino.
Desde Mérida salimos 6 ciclo peregrinos juntos y al poco rato cada individuo o pareja fue a su aire. Al cabo de unas horas volvimos a coincidir con Luis de Portugal, que por la mañana había partido el cierre del sillín y había tenido que parar a buscar ayuda, y ya continuamos juntos hasta Salamanca. El día 2 (final de nuestra quinta etapa) cenamos juntos en Carcaboso los tres compañeros de viaje y dos alemanes, Klaus y Claudia como parte del encanto de una ruta tan especial.
El día siguiente tuvo un tramo bastante traumático para mí. En un punto del recorrido pinche las dos ruedas a la vez, rompí la válvula de una cámara y tuve que hacer más de una parada para ir poniendo parches a los varios agujeros producidos y no encontrados a la primera mirada. Se habían clavado varios pinchos de alguna planta de la zona. De la experiencia aconsejo llevar, al menos, dos cámaras de repuesto, varios parches y los neumáticos con líquido para taponar automáticamente los pinchazos. Dos o tres días antes había tenido otro pinchazo y había partido la cadena. Todo ello a pesar de llevar desde el principio, neumáticos tubeless y una cámara en su interior.
El viaje continuaba sin ninguna incidencia destacable, disfrutando de los paisajes y las gentes y con el dilema permanente de si continuar hasta Santiago o acabar en el punto previsto.
Finalmente llegábamos el viernes 4 a Salamanca, nos despedíamos de Luis que continuaba hasta Santiago y, tras asearnos en el albergue, llevábamos las bicicletas a una empresa de mensajería para su vuelta a Manresa. Dedicamos la tarde a pasear por la ciudad y a la mañana siguiente cogíamos el tren en dirección a Madrid, tres o cuatro horas paseando por la capital a la espera de que el AVE nos llevase a Barcelona y desde allí un nuevo tren hasta Manresa donde cerca de las 12 de la noche dábamos por acabada esta primera parte de la Vía de la Plata.

Sintetizando mucho, es un itinerario apto para quien simplemente quiere hace un viaje atravesando España por caminos bien señalizados (hay algún que otro punto en que un GPS con el track guardado ayuda a seguir la opción correcta) y para quien quiere vivir las sensaciones especiales del camino. En bicicleta, las etapas de entre 70 y 90 Km. se hacen muy llevaderas. Caminando deben ser muy duras las etapas iniciales debido a la gran distancia entre pueblo y pueblo que obligan a llevar mucho agua encima, especialmente en verano, y dan pocas opciones para adaptar las etapas a nuestras necesidades.

Ya estamos buscando fechas para la segunda parte…


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Joan,
Hombre de Dios cómo se os ocurre salir a finales de agosto por esos infiernos, la verdad es que os arriesgastéis a que os pasara a todos y no sólo algo muy malo. Las mejores épocas para la 1º parte de la ruta de la plata son otoño y primavera, y ya puede hacer calor por el día, la verxdad es que me estremecido al leer al ver la fecha de salida y que un compañero vuestro se lo llevó la ambulancia. En fin no pasó nada y os gstó mucho que es lo importante.

Saludos Javier

Joan Montoya dijo...

No siempre es fácil hacer las cosas cuando uno quiere. Por cuestión de vacaciones tuvo que ser así y, aparte del problema mencionado, haciendo un descanso al mediodía era muy soportable el trayecto a pesar de la calor.