11-09-2001 / 11-09-2011

Desde hace unos días los medios de comunicación están informando del décimo aniversario del 11 de septiembre, claro que se refieren al décimo aniversario de los atentados que conmovieron a los Estados Unidos y al resto del mundo, pero en realidad cada persona tiene su 11 de septiembre particular: en Catalunya es la Diada, muchas personas nacieron ese día, otras murieron, alguien compro su vivienda, se casó, conoció a su pareja, comenzó a trabajar, tomó droga por primera vez, etc. En definitiva, cada cual tiene sus propios aniversarios, conscientes o no.
El 11 de septiembre de 2001 yo estaba practicando espeleología en el Garraf y cuando me llamaron por teléfono para informarme iba camino del monasterio budista que hay en la zona para visitarlo. No me lo podía creer, pero en estos años he visto que casi todo es posible.
Estos aniversarios mediáticos van bien para darse cuenta de como pasa el tiempo. Más de uno se habrá puesto las manos en la cabeza al pensar que ya han pasado diez años desde los atentados.

Aprovechando que estoy de vacaciones, que está mañana he salido en bicicleta una vez pasadas las fuertes calores de agosto y que me he levantado de la siesta, he pensado que sería interesante rememorar que hacía yo en el año 2001. La verdad es que mis recuerdos son escasos pero he tirado del archivo fotográfico de ese año, compuesto por 121 fotos. Aquí ya podemos ver un cambio de esta década, hemos pasado de la fotografía química a la fotografía digital y, en la actualidad, hay fines de semana en los que ya tomo esas 121 fotos.
La calidad de las imágenes, escaneadas tiempo atrás, es más bien escasa pero más o menos se pueden ver las personas que en aquellos momentos rodeaban mi actividades diarias y de ocio. Por motivos obvios no expondré fotografías en las que se puedan distinguir esas personas. Durante estos años también han aparecido nuevas personas que, en algunos casos forman parte del presente y en otros solo han quedado entre medio, con lo que nunca pudieron aparecer en las fotos del año 2001 y nunca aparecerán en las fotos del año 2011. Cada persona, cada situación, cada vivencia, influye en mayor o menor medida en nuestra personalidad, así que, en general, nadie debe ser borrado por completo de nuestro archivo mental.

Este artículo no tiene ninguna intención de ser melancólico ni de rememorar tiempos pasados mejores. La verdad es que he tenido suerte y no puedo decir aquello de "cualquier tiempo pasado fue mejor". El principio que me acompaña, desde hace muchos años, y que pronuncié en un día de inspiración es el siguiente: "Si el pasado ya no existe y el futuro es una utopía, vive en el presente porque éste inexorablemente será pasado". Los diferentes presentes, casi siempre han sido positivos y en los casos negativos he intentado obtener la parte positiva de los mismos (casi siempre hay algo positivo, aunque no siempre compensen la parte negativa).

En mi archivo fotográfico puedo encontrar fotos de algunos viajes, de actividades deportivas (espeleología, vías ferratas, carreras de orientación, nieve, etc.) así como imágenes de mi piso, con su contenido y sus vistas. No han cambiado mucho las cosas, sigo practicando esas actividades con más o menos frecuencia o constancia, las personas de aquél momento siguen cerca, aunque en algún caso con roles diferentes, me sigue acompañando mi gata, Aia, desde hace más de 11 años e incluso aún conservo el que creo que es el primer bonsai que compré, ya que los posteriores se fueron muriendo.

Se que este artículo será leído, con más o menos interés, por algunas decenas de personas. En unos casos se tratará de los lectores habituales y, en otros casos, de los que aparecen esporádicamente gracias a los buscadores. Cada cual deberá sacar su conclusión. No se trata de que valores mi vida, se trata de que valores la tuya con preguntas del tipo: ¿Que he hecho en estos diez años?, ¿Que haré ahora mismo?, ¿Que me pasará de aquí diez años?.
La respuesta a la primera y la tercera pregunta te deberían ayudar a contestar la segunda, que es la realmente importante.





Una foto diversas veces recordada.

Aia, mi despertador de la 7 de la mañana.

Ya solo están en el recuerdo.




La Seu de Manresa, 10 años no son nada.

Montserrat, 10 años es menos aún.



Toda una vida viajando conmigo.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si la brujula es la razon El viento son las emociones
Captain Garfio

Josep Herrerías dijo...

Diez años son una década. La vida se vive a cada segundo, los años sólo están para darse cuenta que los has vivido.