GEXXI - GRALLERA DEL TURBON (T1) - CUEVA DE SANTA ELENA

En menos de un mes esta es la tercera actividad de cierta envergadura llevada a cabo dentro del marco del GEXXI, después del descenso a la Bargadera y la travesía del Sistema de Alba, aparte de una excursión a la Fou de Bor.

Este artículo, como todos los anteriores vinculados al GEXXI, tiene como misión exponer mi visión de las actividades realizadas para que los lectores se hagan una idea de nuestro funcionamiento y puedan valorar si es de su interés formar parte del grupo. Otra cosa que procuro hacer es dejar alguna nota que pueda ser útil para las personas que quieran llevar a cabo la actividad en el futuro.

En esta ocasión, antes de relatar brevemente la jornada espeleológica, expondré un par de temas que suscitan las dudas generales del colectivo espeleológico.

Por una parte están los famosos pasos estrechos que se encuentran a la salida de Santa Elena, pues bien, esos pasos no presentan dificultad para ningún espeleólogo que haya sido capaz de realizar la travesía y me atrevería a decir que para ninguna persona que habitualmente hace espeleología, en otras palabras, no hay ningún paso complicado. Quien tenga miedo de hacer la travesía por este motivo ya se puede olvidar de este problema.

La segunda duda que se suscita es sobre la duración de la travesía. La vez que menos he tardado fueron 8 horas, en esta ocasión, yendo 7 personas en un único grupo, hemos tardado 9 horas y 20 minutos, incluyendo cerca de una hora para ponernos los neoprenos y comer.

Para que te hagas una idea de lo relativo que es el tiempo necesario, uno de los compañeros que a participado en esta salida tardó, hace mes y medio yendo con su grupo, 18 horas y, otro de los asistentes tardó, en la ocasión anterior que visitó la cavidad también 18 horas.

En definitiva, aunque no hay ninguna gran dificultad técnica, es una travesía aconsejada para personas con un cierto fondo físico y una técnica que le permita no malgastar fuerzas en los tramos con cuerda ni en los destrepes y trepadas constantes de la segunda parte de la cavidad. No hay que olvidar que antes de entrar por el T1 llevamos cerca de dos horas de subida con todo el material a la espalda (aconsejable subir con pantalón y camiseta cortos).

El material necesario, aparte del habitual (tanto de bajada como de subida) es la parte inferior de un traje de neopreno y tres cuerdas de 40 metros (dos de progresión y una de emergencia). Si el grupo es numeroso alguna cuerda adicional agiliza la progresión.

Centrándome en la actividad de este fin de semana, hemos llegado al inicio de la travesía desde diferentes lugares de España y en diferentes grupos: Mallorca, Bilbao, Alicante, Tarragona y Barcelona. Aunque allí hemos coincidido 10 compañeros del GEXXI, la travesía la hemos realizado 6 del GEXXI y 1 invitado.

Todos nos encontramos el sábado a las 9 de la mañana en el camping de Bujaruelo (habíamos dormido en tres lugares diferentes). La primera decisión fue hacer un solo grupo de 7 en lugar de uno de 4 y uno de 3 (la misma duda se nos planteó hace un par de semanas en la travesía de Alba). Iríamos un poco más lentos pero compartiríamos la vivencia. La segunda fue ir a tomar un café al bar. En el exterior tuvimos la oportunidad de departir un rato con otros compañeros que comenzaban unos días de exploración por aquella zona.

Poco después comenzábamos la aproximación que nos llevo algo menos de dos horas. En el exterior de la sima comimos, bebimos y descansamos un rato para entrar con energías renovadas. A la una del mediodía empezábamos a entrar por la boca pequeña del T1.

Los tramos iniciales presentan el frío habitual por la constante presencia de nieve y también requieren ir con cuidado (petate en la espalda y mirar donde se pisa) por haber numerosas piedras dispuestas a caer por los pozos. Tras cinco horas estábamos en el río. Aquí cabe destacar y aclarar, por las numerosas dudas que suscita el tema, que la tirolina del pozo de 90 metros hace años que no existe, actualmente hay un pasamanos o como opción más cómoda una cuerda fija para descender y dos cuerdas paralelas que hacen la función de cuerda guía.

A las 7 de la tarde, después de ponernos el neopreno y comer algo (y hacer unas cuantas meadas -todo hay que decirlo-) continuamos los tramos "horizontales" que nos llevan hacia el exterior. En términos generales hay que ir siguiendo el curso del río, saliendo y entrando en él, llevando a cabo numerosas ascensos y descensos, algunos de ellos a través de cuerdas fijas. Si llevamos neopreno no vale la pena malgastar fuerzas en los pasamanos.

Cuando encontramos dos cuerdas que ascienden paralelas unos 20 metros ya estamos a 250 metros del exterior, ahora solo falta reptar en algunos tramos, contemplar algunas formaciones y pasar dos estrecheces (no difíciles como comentaba al principio) con una muy fuerte corriente de aire.

Una vez en el exterior (en nuestro caso a las 10 y 20 de la noche) solo nos falta descender por el bosque siguiendo algunos mojones de piedras y, especialmente, los reflectantes que vamos encontrando en los árboles. Así llegamos a la pista, que seguimos hacia la izquierda, y en unos pocos minutos más estamos de nuevo en los coches.

Algún exagerado (Dirk) pidió 7 bocadillos y 14 cervezas... Acompañados de dos sapos gigantes comimos, bebimos y comentamos la jugada.

Algunos aprovechamos el domingo para hacer otras actividades, a destacar un baño de barro.

Podría extender este artículo indefinidamente explicando detalles de mis vivencias del fin de semana pero prefiero compartirlos en un entorno más intimo.

Ahora toca algo de descanso de espele... o no...