Este pasado fin de semana, aprovechando el puente de Sant Joan (gracias ha todos los que me habéis felicitado), hemos realizado una caminada de cuatro días a caballo entre la Cerdanya y Andorra. Mis tres compañeros de actividad han sido Jordi (un artista organizando actividades de montaña), Marta (que se ha ocupado de la parte de relacionada con la alimentación) y Eva (que nos invitará a cenar para ver las fotos de la actividad).
El jueves nos dirigíamos hacia la Cerdanya y aparcamos el coche en las cercanías de Cal Jan de la Llosa. El primer día fue bastante duro por las muchas horas de camino y por el peso de las mochilas, ya que teníamos que llevar comida para cuatro días, saco de dormir de invierno, tiendas de campaña, etc. aparte de que a mi me gusta llevar pijadas múltiples (superlinterna, radio solar y a manivela -regalo de mi hermano para mi santo-, petaca con Whisky Pêche,...).
Finalmente montamos las tiendas biplaza en las cercanías del Riu dels Colells, en realidad las montamos dos veces, porque la primera elección fue sobre un terreno algo húmedo.
Finalmente montamos las tiendas biplaza en las cercanías del Riu dels Colells, en realidad las montamos dos veces, porque la primera elección fue sobre un terreno algo húmedo.
El viernes, una vez desmontadas las tiendas, iniciamos de nuevo el camino y, de nuevo, una buena subida nos esperaba. A medio recorrido comenzamos a encontrar banderines señalizadores de la II Ultra Trail Andorra, que según pudimos saber comenzaba a las 12 de la noche. Estos banderines ya nos acompañarían durante toda la jornada y parte de la siguiente. Finalmente llegamos al lugar elegido para acampar. En realidad, dos compañeros montaron la tienda y los otros dos dormimos en una pequeña cabaña (Cabana del Serrat de la Barracota). Aunque la cabaña es bastante precaria nos permitió permanecer en su interior, mientras fuera llovía, y cenar con tranquilidad.
El sábado nos levantamos temprano e iniciamos la tercera etapa, que coincidía con la Ultra Trail aunque en sentido inverso. Al cabo de un rato, a la altura de un control, nos encontramos a los dos primeros participantes, que llevaban más de una hora de ventaja sobre el tercer clasificado. Según he podido comprobar por internet finalmente entraron en la meta primero y segundo: Julian Chorier con un tiempo de 17:50:49 y Miguel Ángel Heras con un tiempo de 18:22:23. La competición es sobre un recorrido de 112 Km y con un desnivel positivo y negativo de 9.700 metros.
Mas tarde nos desviamos del recorrido de la Ultra Trail y nos dirigimos hacía el Estany de la Pera para seguir hasta nuestro destino. La última medía hora nos cayo algo de lluvia, lo suficiente para justificar el peso del impermeable y de la funda de la mochila. El Refugio del Pradell tenía la puerta cerrada pero una ventana abierta, así que tuvimos que hacer una entrada de altura. Poco después comenzó a llover con mucha intensidad, llegando a caer incluso granizo.
Numerosas vacas y caballos se acercaron a nosotros pensando que les daríamos sal, pero solo teníamos unos sobrecitos pequeños, así que se tuvieron que conformar con pasear alrededor del refugio. Pasamos el resto de la tarde escuchando música y contemplando el fuego que hicimos, que es algo así como una televisión que funciona sin electricidad.
El domingo nos esperaba una etapa cortita, la primera parte siguiendo una pista en muy buen estado y para finalizar descendiendo un gran desnivel campo a través. Una vez en el coche, tan solo faltaba llegar a Puigcerdà donde comimos y de nuevo el retorno hasta Manresa.
Otro fin de semana muy interesante y barato... que hay crisis.
Numerosas vacas y caballos se acercaron a nosotros pensando que les daríamos sal, pero solo teníamos unos sobrecitos pequeños, así que se tuvieron que conformar con pasear alrededor del refugio. Pasamos el resto de la tarde escuchando música y contemplando el fuego que hicimos, que es algo así como una televisión que funciona sin electricidad.
El domingo nos esperaba una etapa cortita, la primera parte siguiendo una pista en muy buen estado y para finalizar descendiendo un gran desnivel campo a través. Una vez en el coche, tan solo faltaba llegar a Puigcerdà donde comimos y de nuevo el retorno hasta Manresa.
Otro fin de semana muy interesante y barato... que hay crisis.
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