En esta ocasión se trataba de visitar una de aquellas cavidades que no tenía catalogada en ningún proyecto pasado o futuro. El Querant Petit de Paus se encuentra en las proximidades de Vilanova de Meià, zona que yo siempre he asociado con la escalada pero no con la espele.
Una vez en el pueblo, un viejo conocido de uno de mis acompañantes nos indicó como llegar hasta la cavidad. Sin ninguna dificultad conseguimos acceder hasta la boca e instalamos el primer pozo; el paisaje de la aproximación era muy atractivo, y la entrada de la cavidad también prometía. Poco después estábamos en un paso estrecho vertical. Todos lo miramos y tras analizarlo creímos que no era adecuado descenderlo. La estrechez, en principio, no parecía especialmente complicada, la dificultad residía en discernir si será fácil bajar y volver a subir. Un pequeño resbalón nos podría hacer bajar varios metros de forma un tanto agresiva. Decidimos no continuar la exploración.
Una vez en el pueblo, un viejo conocido de uno de mis acompañantes nos indicó como llegar hasta la cavidad. Sin ninguna dificultad conseguimos acceder hasta la boca e instalamos el primer pozo; el paisaje de la aproximación era muy atractivo, y la entrada de la cavidad también prometía. Poco después estábamos en un paso estrecho vertical. Todos lo miramos y tras analizarlo creímos que no era adecuado descenderlo. La estrechez, en principio, no parecía especialmente complicada, la dificultad residía en discernir si será fácil bajar y volver a subir. Un pequeño resbalón nos podría hacer bajar varios metros de forma un tanto agresiva. Decidimos no continuar la exploración.
Una vez fuera buscamos durante un rato dos o tres cavidades que hay en la zona pero no las encontramos, así que, para acabar de llenar el día nos acercamos a la zona de Terradets para visitar una pequeña cueva, el Forat d’Or. Es una cavidad sin ninguna dificultad pero con un cierto encanto. Se la aconsejo a los escaladores de la zona como pequeña incursión en el mundo de la espele. Tiene algo de formación y cierto atractivo. Se trata de ir siguiendo la galería hasta llegar al sifón terminal, a la vuelta el último tramo se puede hacer un poco diferente y salir por una boca situada a pocos metros de la que hemos entrado. Tan solo hace falta el casco y una luz.
Aunque quizá alguno de los lectores de este artículo piense que se trata de un fracaso la actividad descrita, desde mi punto de vista no lo es en absoluto. Bien es cierto que no hemos podido (o no nos hemos atrevido) a visitar totalmente la cavidad prevista, pero a cambio hemos visitado otra que nunca antes habíamos hecho, hemos disfrutado de un paisaje y una compañía muy interesante y la experiencia de la aproximación (que describiré a continuación) permitirá a otros compañeros llegar a la sima con mayor facilidad. Desde aquí abogo por difundir a través de internet nuestros conocimientos para acceder a las simas, ya que normalmente es una información escasa y poco clara. Ya que la espele es una actividad de equipo, hagamos equipo con otros compañeros a los que quizá no conocemos ni conoceremos nunca.
Aproximación al Querant Petit de Paus. Salimos de Vilanova de Meià por la carretera L-913. A unos tres kilómetros, nos desviamos por una pista a la izquierda que se dirige a la Ermita de Meià (no tenemos que llegar hasta ella), al cabo de un rato cogemos una pista muy evidente a nuestra derecha señalizada como dirección hacia el Pas de Nerill. La pista va ascendiendo, más adelante dejamos a nuestra derecha una casa en ruinas. Continuamos hasta llegar a dos árboles muy altos y diferentes de los del entorno. Si no llevamos un vehículo todo terreno tendremos que aparcar un poco antes. Desde esos árboles seguimos a pie por el camino, más o menos perdido, que pasa por la izquierda de un campo cultivado. Podremos confirmar que estamos en el sitio correcto porque, al poco de comenzar a caminar, en medio de ese campo veremos un inmenso bloque de roca rodeado de árboles. Al final del campo encontramos unas montañas de piedra (fitas, mojones) y vamos siguiendo las fitas con más o menos imaginación. Tenemos que ir hacia la derecha, ascendiendo, hasta encontrar una gran explanada con mucha vegetación y allí se abre una dolina de varios metros de diámetro rodeada de árboles, en medio de la cual encontramos la entrada a la sima (N42 01.188 E1 01.433).
Al final del día, de nuevo de vuelta a Vilanova donde nos reunimos con un compañero que había estado haciendo barrancos por la zona con algún otro miembro del grupo. Unos volvimos para casa y los otros se quedaron para barranquear un poco el domingo.
Si te interesa el proyecto GEXXI, tienes más información en esta misma página (enlaces GEXXI, a la izquierda) y en las páginas de los compañeros del grupo, a las cuales también encontrarás enlaces.
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