RAQUETAS DE NIEVE


Lo primero que debemos saber sobre la actividad consistente en caminar con raquetas de nieve es que la puede practicar cualquier persona que sepa caminar.

La raqueta de nieve es un artefacto que, básicamente, tiene la función de evitar que nos hundamos en la nieve y esto se consigue distribuyendo nuestro peso en la superficie de la raqueta, que es varias veces superior a la superficie de una bota. Además, como también podemos encontrar zonas heladas, las raquetas presentan unos dientes en su base que hacen la función de crampón, aunque están pensados para zona no muy pendientes. Nunca una raqueta será un sustituto de un crampón.

Por lo comentado en el párrafo anterior debemos elegir unas raquetas de nuestra talla y la talla estará en función de nuestro peso, a mayor peso necesitaremos una superficie mayor para no hundirnos en la nieve. Debemos evitar usar una talla superior a la necesaria porqué la raqueta pesará más de lo necesario y será más incomodo caminar con ella. Nuestra talla de pie no es importante ya que todas las raquetas se pueden ajustar fácilmente al tamaño de nuestra bota.

Podemos apreciar el mecanismo de ajuste de tamaño de la bota.

Como vemos, la raqueta es un instrumento muy simple y no hace falta una gran sofisticación para que cumpla su cometido. A partir de esta premisa el gastarnos más o menos dinero nos proporcionará materiales más buenos, marcas más conocidas pero, sobre todo, más "pijadas" o elementos de comodidad, como puede ser el tipo de ajustes de la raqueta sobre la bota, la posibilidad de poner y quitar el alza presionando con el bastón, etc.
También hay modelos muy básicos, y muy baratos, que solo son aconsejables si no vamos a movernos más allá de una superficie llana y nada problemática. Creo que merece la pena pagar unos euros más y tener todos los elementos útiles de una raqueta aunque sean sencillos.

En referencia al "alza", una pequeña pieza móvil en la trasera de la raqueta, se suelen presentar dudas en cuanto al uso de la misma. El alza puede tener tres posiciones:

-- La "libre". El alza tirada hacia atrás y sin entrar en contacto con la talonera de la raqueta (donde va anclado el talón de la bota), es decir sin sujetar ni elevar la talonera. Esta será la posición habitual en llano y en bajadas.

La talonera libre nos permite caminar con comodidad. Al caminar sólo la punta del pie queda enganchado a la raqueta.

-- La "elevada". El alza queda debajo de la talonera y hace que el talón quede un poco elevado. Esta posición es para las subidas y permite que nuestro pie no trabaje demasiado inclinado y se resientan las piernas.

El alza bajo la talonera eleva la parte posterior de nuestra bota, sólo para subidas.

-- La "bloqueada". El alza bloquea la talonera. Esta será la posición para guardar las raquetas, para saltar y superar obstaculos y para descender por alguna pendiente muy inclinada que, por otra parte, debemos intentar evitar. También nos dará más control en algún flanqueo ocasional y expuesto.

La talonera queda bloqueada y si levantamos el pie se levanta toda la raqueta solidariamente.

Como complemento de las raquetas, aunque no son imprescindibles, son muy aconsejables unos bastones, ya que nos ayudarán a mantener el equilibrio y descargarán algo de esfuerzo a nuestras piernas.


Para la practica del esquí son necesarias unas botas especiales, para llevar raquetas de nieve sirve cualquier bota de montaña alta e impermeable.

En las actividades de montaña siempre hay que ir preparados para cualquier posible incidencia o contratiempo pero ese no es el objeto de este artículo, tan solo daré unos consejos específicos. Orientarse en una montaña nevada es más difícil que si no hay nieve, ya que las referencias son más difíciles de localizar, los caminos quedan ocultos bajo la nieve y nuestro rastro desaparece por poco que nieve. Un GPS nunca está de más ya que nos guiará a nuestro destino si hemos introducido el recorrido previamente o llevamos un mapa de fondo.
Si tenemos previsto retornar sobre nuestros pasos y para el caso de que nos perdamos y decidamos hacerlo, es aconsejable fijarse en elementos que quedan cerca de nuestro camino y que no quedarán cubiertos por la nieve (algún árbol singular, rocas grandes, cercados, etc.). Los elementos más lejanos dejarían de verse en caso de niebla o nevada intensa.
También es aconsejable revisar las raquetas antes de su uso (cintas y anclajes, especialmente), una rotura en plena actividad podría hacer que nuestra excursión se alargase en el tiempo intentando caminar sin raquetas por nieve blanda. No está de más llevar algún cordino o un cinta americana para hacer algún apaño en caso de rotura de la raqueta.



En las fotografías anteriores podemos ver parte del equipamiento aconsejable:

-- Pantalón impermeable, aunque si no nieva ni llueve unas polainas son suficientes.
-- Forro polar e impermeable (o puestos o en la mochila, dependiendo de las circunstancias).
-- Mochila con agua, comida, material auxiliar y como soporte para colocar nuestra ropa extra.
-- GPS.
-- Gafas. Para evitar que la nieve impacte contra nuestros ojos si hace viento y/o de sol para evitar dañar nuestros ojos.
-- Bastones plegables.

Y aunque no se ve ¡Sentido común!.

¡¡¡¡A disfrutar!!!!!!!!

1 comentario:

Aventura dijo...

Bien explicado, sí señor. "Cualquier que sepa caminar las puede utilizar", es así de simple. Gracias.