
Una vez fuera nos dirigimos a los coches y de allí otra vez al bar para comer algo más sólido y sabroso que las barritas energéticas que nos acompañan en las exploraciones. Finalmente a las ocho de la tarde llegaba a casa satisfecho de otra agradable jornada espeleológica con los compañeros del GEXXI.
Esta crónica se complementa con las de los otros compañeros en sus respectivas páginas de internet, alguno de cuyos enlaces están disponibles en el lateral de esta misma página.
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