BTT - LA SÈQUIA

NOTA HISTÓRICA

En los años 1335 y 1336 la comarca del Bages (Barcelona) sufrió una grave sequía, lo que provocó la perdida de las cosechas y la aparición del hambre. Para evitar estos problemas en el futuro, el Consejo de la Ciudad de Manresa decidió la construcción de un canal o acequia (sèquia en catalán) entre las poblaciones de Balsareny y Manresa para traer el agua del río Llobregat a la ciudad. El proyecto se presentó al rey Pere III, el cual no autorizó la construcción hasta 1339. Este mismo año empezaron las obras bajo la supervisión y según el proyecto del arquitecto Guillem Catà.

Los trabajos de construcción se pararon en varias ocasiones debido a que el obispo de Vic, señor de las tierras del término de Sallent, prohibió las obras en sus propiedades, llegando incluso a excomulgar a la ciudad de Manresa. Finalmente, y según la leyenda, se reemprendieron en 1345 como consecuencia de un supuesto milagro. Este milagro fue una luz procedente de Montserrat que entró a la iglesia de Carme de Manresa (21 de febrero de 1345) y se interpretó como una señal divina. Las obras de la Sèquia se terminaron en 1383 acabando con la sequía, el hambre y las pestes en el Bages.

La Sèquia se considera como una de las principales obres de ingeniería hidráulica medieval. Uno de los elementos más destacados desde el punto de vista del diseño es que tan solo hay un desnivel de 10,63 metros desde el inicio de la acequia hasta su final.

Se tuvieron que construir algunas minas y 31 acueductos para salvar los desniveles del terreno por donde pasa el canal. Alguno de estos acueductos son considerados auténticos monumentos. Cabe destacar que la Sèquia continúa siendo totalmente operativa y sigue siendo la que transporta el agua que se bebe en Manresa (cerca de 80.000 habitantes) y su entorno. Tan solo se hacen trabajos periódicos de mantenimiento y se han cubierto algunos tramos, pero la mayor parte del recorrido conserva la construcción original.

La Sèquia se inicia en la Resclosa dels Manresans (donde capta el agua del Rio Llobregat) y acaba en el lago artificial del Parc de l’Agulla (desde en 1974) que tiene una capacidad de unos 200.000 metros cúbicos. El recorrido entre los dos puntos es de 26,319 Km.

El agua se capta en el término municipal de Balsareny y pasa por Sallent (junto a la mina de potasa), Santpedor, Sant Fruitós de Bages y Manresa.

Parc de l'Agulla

Parc de l'Agulla

Patitos

Patitos

Acueducto de lejos

Acueducto de cerca (se pasa por encima).

La sèquia

Resclosa dels Manresans

Resclosa dels Manresans

APUNTES PERSONALES

El recorrido es prácticamente plano y se puede hacer fácilmente caminando o en bicicleta. Se va siguiendo todo el rato la acequia, ya que la inmensa mayoría del recorrido vamos junto a ella. Hay paisajes diversos a lo largo del trayecto, con variedad de vegetación. En cuanto a fauna podemos contemplar numerosos patos en el Parc de l’Agulla y en los siguientes kilómetros, en la zona de la Resclosa dels Manresans hay un observatorio de aves donde podemos contemplar algunas zancudas.

Una vez al año hay una excursión organizada: http://www.jcimanresa.org/ca_es/transequia/

Si vamos en bicicleta podemos hacer fácilmente la ida y la vuelta comenzando por cualquiera de los extremos, no necesitando de un segundo vehículo que si haría falta si vamos caminando, excepto si estamos dispuestos a caminar más de 50 kilómetros.

A lo largo del camino hay numerosos lugares bonitos para descansar un rato y comer o beber algo de lo que llevemos en nuestra mochila. Si no nos queremos desviar de nuestro camino tan solo podemos comer o beber en el bar del Parc de l’Agulla y en el cercano Mas de Sant Iscle, donde podemos disfrutar de sus estupendos vinos (aconsejables los elaborados con uva Picapoll, exclusiva de la comarca del Bages).

En resumen, se trata de un bello recorrido, muy asequible para la mayoría de las personas, que nos transporta en el tiempo y nos permite disfrutar de un entorno y unas vistas realmente agradables.