FALLAS Y MUCHO MÁS...


Este fin de semana tocaba una visita a la provincia de Castellón. El sábado una larga excursión en bicicleta, de más de 60 kilómetros, con paradas para desayunar junto al mar, hacer un aperitivo en un pueblo del interior y comer en la capital. Una combinación perfecta de mar, montaña, gastronomía, deporte y buena compañía.
La noche la tenía reservada para ver por primera vez las fallas en directo. En esta ocasión tuve la oportunidad de acompañar a varias chicas que me harían de guía. Gracias Elena, por adoptarme durante unas horas y, gracias Ana y familia por los buñuelos y por poder contemplar la cremá desde vuestra casa.
Mi desconocimiento me hacía pensar que las fallas solo se celebraban en Valencia capital, pero he descubierto que también se celebran en varios pueblos de la provincia de Valencia y en algunos de Alicante y Castellón. He tenido la oportunidad de contemplarlas en Burriana, ciudad que fue la segunda localidad fallera después de Valencia.
En las fallas de Burriana 2011, el premio principal, el de las fallas mayores, ha sido para la falla Don Bosco, seguida del Club 53. Yo asistí a la cremá de la segunda falla.
La falla del Club 53, antes de quemar.
Después de la mascletá comienza el fuego.

Fuego intenso y los bomberos remojando los edificios.
El domingo lo dedicamos a visitar el precioso pueblo de Vilafamés, aprovechando para comprar productos gastronómicos de la zona.
La inmensa roca característica de Vilafamés.
El castillo de Vilafamés
Un poco de historia y descripción de las fallas.
En el valenciano medieval, la palabra falla (del latín facula) servía para nombrar las antorchas que se colocaban en lo alto de las torres de vigilancia.
La versión más popular del origen de las fallas es que los carpinteros quemaban en la víspera del día de su patrón San José, virutas y trastos viejos haciendo limpieza de los talleres antes de entrar la primavera.
Otra teoría explica que los carpinteros valencianos, al final de cada invierno, hacían quemar sus parots (estructuras de las que colgaban los candiles que les daban luz) puesto que con la llegada de la primavera, y al hacerse los días más largos, ya no eran necesarios. Con el paso del tiempo, y por mediación de la iglesia, se hizo coincidir la fecha de la quema de estos parots con la víspera de la festividad del patrón de los carpinteros, San José.
Con el paso del tiempo a ese parot se le fueron añadiendo ropas para que adoptase fisionomía humana. También se empezaron a incorporar carteles alusivos a algún personaje conocido del barrio. Se le dotó así de un contenido satírico y burlesco para llamar la atención a los vecinos. Estos parots fueron los primeros ninots (muñecos).
Hasta principios del siglo XX las fallas eran cajones altos con tres o cuatro muñecos de cera vestidos con ropas de tela. Posteriormente los artesanos incorporaron un nuevo procedimiento: la reproducción de moldes en cartón piedra. En la actualidad, la mayoría de monumentos están compuestos de poliestireno expandido ("poliexpán"), corcho blando fácilmente moldeable con sierras de calor y que aporta más brillo a la pieza.
Las fallas suelen constar de una figura o composición central de varios metros de altura (llegan a superar los 30 metros) rodeadas de numerosas figuras, sostenidas por una armazón de madera. Incluyen letreros explicando el significado de cada escenografía, siempre con sentido crítico y satírico. Los artistas y artesanos se dedican durante meses a construir los monumentos que las diferentes comisiones contratan.
Algunos de los momentos más ruidosos de las fallas son:
--La despertá. Cada día los falleros despiertan al resto de vecinos tirando al suelo unos petardos conocidos como "tro de bac", los cuales explotan al golpear el suelo, o masclets, petardos de mecha de gran impacto.

-- La mascletá. Su nombre proviene de un tipo de petardo en valenciano, masclet. Son las preferidas por los valencianos. Lo importante no es la parte visual, es el ruido que producen.
Algunos de los actos de la Semana Fallera son:
-- La Plantá. (15 de marzo). La plantá es el acto de colocar las fallas en la calle y es realizado por cada grupo de falleros. Por la mañana se plantan las de categoría infantil y por la noche el resto de monumentos, teniendo de plazo hasta la madrugada, momento en que se presentará el jurado para calificarlas.
-- La Nit del Foc. (18 de marzo). La Noche del Fuego es una de las manifestaciones pirotécnicas nocturnas (último castillo de las fiestas) más importantes de la fiesta fallera. Es el espectáculo pirotécnico más espectacular de todas las fallas.
-- La Nit de la Cremá. (19 de marzo). La cremá es el acto de clausura de las fiestas. Consiste en la quema de los monumentos falleros plantados en las calles. Primero se queman los infantiles y posteriormente las fallas mayores.
Aunque, para los desconocedores de la tradición, la cremá puede significar el final de las fallas, en realidad es el comienzo de la fiesta, ya que el día 20 de marzo se inicia todo el proceso para la falla del año siguiente.

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