Joan Montoya: BTT LA MOLINA - MANRESA (RAJADELL)

En esta ocasión hemos hecho una excursión en bicicleta de montaña Jordi Riera y yo. El año pasado, mientras pernoctaba en el refugio de la UEC en La Molina, hablé con unos ciclistas que iban a hacer una ruta llamada "Transcatalunya" que va desde allí hasta Barcelona. Son unos 190 kilómetros y el tiempo máximo son 17 horas. Como yo y mi entorno no nos dedicamos a competir y además vivimos antes de llegar a Barcelona nos planteamos hacer la ruta en plan tranquilo, en dos días y hasta casa.

El viernes Marta nos llevó hasta Vic y allí Jordi y yo cogimos el tren de la RENFE que va hasta La Molina, donde llegamos pasadas las ocho de la noche. Colocamos las luces en las bicis e hicimos los casi dos kilómetros que nos separaban del refugio de la UEC. Allí cenamos, dormimos, desayunamos y el sábado iniciamos nuestro camino.

El primer día debíamos salvar dos desniveles de cierta importancia, el primero que nos llevaría hasta los 2.100 metros (Coll de Pal) viviendo desde los 1.500 metros del refugio y, el segundo desde La Pobla de Lillet (800 m.) -parada para comer- hasta Catllaràs (1.500 m.). Teniendo en cuenta que este verano, después del Camino de Santiago casi no habíamos tocado la bici nos defendimos adecuadamente.

Tanto el sábado como el domingo tuvimos mucha suerte con la climatología, durante los días previos había llovido intensamente en Catalunya, pero a nosotros solo nos llovió unos 10 o 15 minutos una fina película de agua que no nos obligo ni tan solo a ponernos el impermeable. El paisaje absolutamente espectacular, con las hojas de los arboles con una variedad increíble de colores: diversos tonos de verde, amarillos, naranjas, rojos... un auténtico disfrute.

A las siete de la tarde, cuando empezaba a oscurecer y tras casi 70 kilómetros de recorrido, llegamos al final de nuestra primera etapa, el Cobert de Puigcercós, donde, después de una buena cena nos fuimos a dormir.

Refugi UEC. A punto de comenzar el camino.

La altura máxima del recorrido.

Una casa en ruinas.

Bosque multicolor.

Una ermita en el camino.

El domingo teníamos por delante unos 80 kilómetros pero mucho más suaves en cuanto a desniveles que el día anterior. Los promedios del cuentakilómetros eran muy superiores y el cansancio de las piernas menor. Hoy el paisaje era totalmente diferente, menos espectacular (o quizá más visto) pero transmitiendo sensación de paz. Pasamos junto a algunas ermitas románicas, sencillas pero hermosas, para, una vez separados de la ruta Transcatalunya cerca de Sallent y ya en la variante hasta Manresa-Rajadell pasar junto a la siempre interesante Sèquia de Manresa, de la que ya he hablado en algunos artículos anteriores.

Una parada en el Parc de l'Agulla para tomar una cerveza y reiniciamos la ruta siguiendo el carril bici que atraviesa Manresa hasta la zona deportiva de El Congost y desde allí hasta Rajadell donde yo tenía el coche y mi pareja de ruta la casa. Marta muy amablemente nos preparó una opípara comida y vuelta a casa.