Otro fin de semana muy interesante y variado en cuando a actividades, de las cuales solo puedo compartir con mis lectores la del sábado. Se trata de la ascensión a una de las montañas clásicas de Catalunya, el Pedraforca, situado en la comarca del Berguedà e integrada en el Parc Natural del Cadí-Moixeró.
Se asciende desde los 1.650 metros (aparcamiento, justo debajo del Refugio) hasta los 2.500 metros de la cima.
Como llegar. Para llegar hasta allí seguimos la carretera que nos lleva de Manresa a Berga y al Túnel del Cadí (C-16), unos kilómetros después nos desviamos a la izquierda hacia Saldes por la carretera B-400, continuamos en dirección Gósol pero, aproximadamente un kilómetro después de pasar Saldes, nos desviamos a la derecha, en dirección al Mirador de Gresolet, donde podemos aparcar el coche, aunque también podemos continuar por la pista, ahora sin asfaltar, hasta las inmediaciones del refugio Lluis Estasen.
Este es el Track del recorrido.
La excursión. Desde el lugar de aparcamiento nos dirigimos al refugio Lluis Estasen y allí tomamos el sendero señalizado que sale a la derecha. La primera parte del recorrido es llaneando o en subida más o menos suave, más adelante nos adentramos en la zona de ascensión constante hasta llegar al Coll del Verdet, a partir de aquí es todo roca sin vegetación, con algunos pasos algo delicados que tenemos que superar trepando y teniendo precaución (la trepada es más o menos fácil aunque con cierta exigencia física, parte de la dificultad radica en los miedos de cada uno más que de la dificultad técnica). Tras creer en algunas ocasiones que ya hemos llegado a la cima, aún encontramos un nuevo tramo ascendente. Una vez en el pico podemos comer algo y disfrutar de las fantásticas vistas.
A partir de este punto iniciamos el descenso, por el lado contrario al que hemos ascendido, hasta llegar al collado entre el Pollegó Superior y el Pollegó Inferior (la enforcadura).
Aquí continuamos bajando hacia nuestra izquierda por la tartera (zona con piedras y rocas de tamaño pequeño que, al estar sueltas, se desplazan hacia abajo con nuestras pisadas).
El primer tramo más que tartera es gravilla suelta por lo que patina mucho, algo más abajo el volumen de rocas es suficiente para empezar a disfrutar y bajar con más tranquilidad. La longitud de la tartera puede llegar a hacerse muy corta o muy larga, dependiendo de si se está disfrutando o sufriendo durante el descenso. Desde mi punto de vista es una experiencia interesante.
Hace un montón de años que no subía al Pedraforca, pero los comentarios de aquellas veces y de ahora son los mismos: la tartera tiene cada vez menos piedras.
En buena lógica es evidente, si cada fin de semana pasan algunos cientos de personas y las piedras se desplazan hacia abajo a cada paso, finalmente estarán todas las piedras en la parte inferior de la canal, pero de momento aún se puede disfrutar.
En un momento determinado sale un camino a la izquierda por el que dejamos la tartera y, a través del bosque, continuamos descendiendo de nuevo hasta el refugio.
Una excursión muy bonita y tan larga o corta como queramos, quizá un par de horas yendo “a saco” o cinco o más horas si la tomamos con calma, paramos a comer algo, observamos el paisaje, hacemos fotos, etc.
Un día muy agradable en buena compañía... igual que todo el fin de semana.
Foto de grupo en la cima. |
Refugio Lluis Estasen. |
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